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      A este día tan importante en la vida de la Arquidiócesis de Yucatán, quiero unir de una manera muy especial mi propia vida. Es un privilegio poder colaborar desde mi profesión de arquitecto a la construcción física de la Iglesia Local de Yucatán. Es un gran honor poder diseñar la Casa de Jesús y en ello hemos puesto primero que nada nuestro corazón. La trascendencia de este proyecto, morada de Jesús y de los seminaristas que el día de mañana serán nuestros sacerdotes, reviste este trabajo, con una visión de eternidad..

     Quisiéramos compartir con todos ustedes algunas ideas que están presentes en el proyecto arquitectónico. Una primera idea, es la de imaginar un templo de una lectura integral, que pueda mirarse en su totalidad, un solo espacio que pudiera albergar las funciones sustantivas de la capilla; una segunda idea es la de responder a nuestro tiempo con un lenguaje contemporáneo, un templo del siglo XXI que permita sobre todo a los jóvenes de hoy, poder identificarse con el; una tercera idea es responder a nuestro clima, con un proyecto que de manera natural pudiera captar la ventilación que tenemos; una cuarta idea es la de poder recrear y disfrutar el espacio exterior, un proyecto abierto a la naturaleza, donde los fieles podamos descubrir y encontrar a Jesús en sus maravillas. La cultura yucateca vive y disfruta mucho del espacio exterior.

     Con estás ideas realizamos el proyecto, con la colaboración de Nuestro Señor Arzobispo, Don Emilio Carlos Berlie, del Padre Rector Jorge Carlos Patrón, de los Padres del equipo del Seminario Menor el Padre Candelario y el Padre Emir y tratamos de que todos los elementos litúrgicos estuvieran presentes en el proyecto..

     La capilla se plantea sobre un gran plataforma, como una reinterpretación de las plataformas prehispánicas, que nos permite darle una mayor presencia en el sitio; la plataforma esta rodeada de una escalinata que permite libremente el acceso a los fieles venidos de todas partes. Su primer contacto es el atrio, punto de encuentro de los fieles; este se conforma definiendo el espacio con cuatro palmas reales que representan a los cuatro evangelistas y una estela donde se encuentra grabado en cuatro idiomas, español, maya, latín y arameo el versículo de San Mateo: "Os Haré pescadores de Hombres". Todo el atrio tiene piso de piedra, de nuestra piedra yucateca, como signo de identidad. Posteriormente las tres grandes puertas que crean esa transición entre el exterior y el interior; es el Nartex, que nos indica, con el cambio de escala, que entramos a otro espacio, son tres y representan la Fe, la Esperanza y la mayor de ellas La Caridad.

     Estas puertas transparentes, permite ampliar la capacidad de la capilla en ceremonias especiales, permitiendo a los que están afuera que se sientan también adentro.

     Luego esta la Nave, donde la asamblea de los fieles se reúne a la celebración. Posteriormente el Presbiterio donde se ubican los elementos importes de la celebración y son el Altar (del sacrificio), el Ambón (altar de la Palabra) y la Sede donde se ubica quien preside la ceremonia. El altar está hecho de piedra de la región, así como el ambón, destacando siempre nuestros materiales. El altar, el sitio donde el sacerdote celebra la consagración, recrea la ultima cena donde Jesús nos deja el regalo de su cuerpo y su sangre; se encuentra flanqueado por seis fuertes columnas de cada lado representando a los apóstoles como testigos del sacramento y se complementa con el sacerdote que en las palabras que pronuncia Este es MI cuerpo y Esta es MI Sangre, es el mismo Jesús quien está presente con nosotros. Finalmente el ábside, remate del templo, cóncavo para concentrar la visual, revestido de piedra, contiene el Sagrario, un Cristo Crucificado y la hermosa imagen de la virgen de Guadalupe, siempre, al pie de la cruz. Del ábside sale una gran Cruz de veinticinco metros, de una sola pieza, que permite identificar la capilla desde la distancia.

     Es el Alfa y el Omega, Principio y Fin, desde los escalones que nos reciben en el Atrio, hasta el ábside que nos eleva a Dios.

     Por último la Cubierta, su forma, rememorando a las primeras comunidades cristianas, como una carpa que abriga y protege; como el Manto de la Virgen que nos cubre con suavidad y ternura y como una expresión de Búsqueda de Dios, de trascendencia, de buscar en lo alto.

     Todos estos elementos, signos importantes de nuestra Fé, se expresan en una conjunción arquitectónica que nos permite resolver la Forma, Función y Estructura, fundamentos básicos de la arquitectura en una sola lectura, lo que está, es lo que es. Los elementos estructurales, definen la forma y resuelven la función. Cubren un espacio que nos permite disfrutar el exterior, el maravilloso cielo azul de Yucatán, las estrellas, y captar el aire fresco del norte. Es un lugar de oración, es un lugar de encuentro con Dios y un lugar de celebración.

     Agradecemos a todos los que trabajaron en la construcción de este Templo; arquitectos, ingenieros, de una manera especial a los Ings. Enrique Escalante Galaz y Próspero Matú; y sobre todo a nuestros albañiles, cristaleros, electricistas, obreros, que todos los días sudaron fuerte para construir esto que ayer era un sueño y hoy es una realidad.